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22 Pero si yo digo al muchacho: “¡He allí, las flechas están más allá de ti!”, vete; porque el SEÑOR te manda. 23 Y en cuanto a las palabras que tú y yo hemos hablado, he aquí que el SEÑOR es testigo entre tú y yo para siempre.

Saúl intenta herir a Jonatán

24 David se escondió en el campo. Y cuando llegó la luna nueva, el rey se sentó a la mesa para comer.

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